19 agosto 2013

Hallado un cementerio de Submarinos alemanes hundidos.


El arqueólogo submarino Mark Dunkley y otros tres buceadores han encontrado uno de los cementerios oceánicos más grandes del mundo, que alberga 41 submarinos alemanes y tres ingleses de la época de la Primera Guerra Mundial, informa el diario alemán 'Der Spiegel'.

La mayoría de estos submarinos se hundieron con sus tripulaciones a bordo, provocando que muchos marineros murieran de forma horrible, ya fuera ahogados en el agua o asfixiados en los compartimentos herméticamente cerrados de los buques.

Varios submarinos de la Armada Imperial alemana todavía se consideran desaparecidos.

La suerte de varios de ellos la aclararon Dunkley y su equipo de buzos. Por ejemplo, hallaron el UB 17, tripulado por 21 hombres bajo el mando del teniente naval Albert Branscheid, que se hundió frente a las costas del este de Inglaterra, cerca del condado de Suffolk. El UC 21 se hundió no muy lejos, llevándose consigo las vidas de 27 submarinistas comandados por Werner von Zerboni di Sposetti.

Estos y gran parte de los demás submarinos se hundieron relativamente cerca de la costa, a profundidades no mayores de 15 metros.

"Se lo debemos a estas personas, para contar su historia", dice Dunkley. Trabaja en Patrimonio Inglés, un organismo público que forma parte del Departamento de Cultura, Medios y Deporte del Reino Unido. Su misión principal es salvaguardar el patrimonio cultural del país.

Ahora los británicos podrían considerar que, por ironías de la historia, estas medidas benefician el patrimonio histórico de su antiguo enemigo. Dado que los alemanes atacaban a naves civiles durante la Primera Guerra Mundial, la propaganda británica se refirió despectivamente a los submarinos enemigos como 'asesinos de bebés' ya que los submarinos alemanes fueron responsables del hundimiento del crucero trasatlántico Lusitania, acción que sirvió de pretexto para que Estados Unidos entrara en la guerra.

De hecho, uno de los objetivos del proyecto de Patrimonio Inglés es recordar a la gente que, a pesar de que la guerra submarina de la Segunda Guerra Mundial es mucho más conocida, los sumergibles causaron considerables bajas en la Primera Guerra, sobre durante los primeros años de la contienda, en los que la flota alemana fue más eficaz.

A los arqueólogos marinos les llamaron la atención varios hallazgos de dos o tres submarinos alemanes situados en las proximidades el uno del otro. Para los historiadores, eso es la prueba de que existía cierta estrategia de combate alemana en una fase especialmente drástica de la guerra submarina, las llamadas “Manadas de Lobos”

Nacho Padró

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