21 enero 2017

Boréi y Bulavá: la silenciosa eficacia submarina de la tríada nuclear rusa

Rusia destina grandes esfuerzos y fondos para la construcción de una flota de submarinos avanzada. ¿Qué implica para el país eslavo disponer de los ocho poderosos y caros submarinos de la clase Boréi, con una capacidad total para el transporte de 148 misiles balísticos intercontinentales nucleares R-30 Bulavá?

El 23 de diciembre, durante su gran rueda de prensa anual, el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó:
"Hemos realizado un gran trabajo para modernizar el potencial de los misiles nucleares de Rusia, de nuestras Fuerzas Armadas. Se trata del componente marítimo. Entran en funcionamiento nuevos submarinos nucleares estratégicos con nuevos tipos de misiles a bordo".
Castigo inevitable
Un submarino de misiles balísticos del proyecto 955 Boréi posee una potencia de combate muy superior a las de sus competidores.
El 23 de diciembre, Rusia puso en quilla el octavo y último submarino estratégico de propulsión nuclear del proyecto 955 Boréi.
Los submarinos nucleares son las armas más complejas y sofisticadas de la humanidad, señala el columnista de RIA Nóvosti Alexandr Jrolenko.
"En la tríada nuclear estratégica, los submarinos rusos son los más eficaces, autónomos y secretos. No dependen de las condiciones climáticas y pueden cumplir misiones a una distancia de miles de kilómetros de distancia de la costa de Rusia", enfatiza el periodista.
A partir de 2020, la serie de submarinos Boréi constituirá la base del componente marino de las fuerzas rusas estratégicas de disuasión nuclear. Ocho Boréi y dieciséis equipos de tripulación proporcionarán una presencia permanente de Rusia bajo el mar y una alta estabilidad de combate de las fuerzas nucleares estratégicas en diferentes áreas de los océanos, destaca Jrolenko.
Los submarinos del proyecto 955 Boréi miden 170 metros de eslora y 13,5 de manga, tienen un desplazamiento de 24.000 toneladas y pueden portar hasta 16 misiles balísticos intercontinentales Bulavá, con un alcance de hasta 8.000 kilómetros.

Para el año 2020, ocho submarinos de la clase Boréi y Boréi-A se equiparán con 1.480 ojivas autoguiadas, con una carga de entre 100 y 150 kilotones cada una.
​Asimismo, el submarino dispone de 8 tubos lanzatorpedos de 533 mm en su proa, unos 40 torpedos, misiles y minas y aparatos de guiado hidroacústico.

El sistema hidroacústico del Boréi le permite detectar las naves enemigas a una distancia una vez y media mayor a la de los sistemas similares de los más avanzados submarinos estadounidenses de la clase Virginia. Es un complejo único digital que proporciona comunicación hidroacústica, detecta y clasifica los objetivos y cumple tareas adicionales como medir del espesor del hielo.
La profundidad máxima del Boréi es de 480 metros y la autonomía de provisiones es de 90 días. En cuanto a los sistemas de suministro de energía, regeneración del aire y purificación del agua, el submarino puede permanecer operativo de forma autónoma durante décadas. La tripulación es de 107 personas.
Viento boreal 
"A pesar de una retórica hostil, Occidente no logra fijar la imagen de una Rusia atrasada, porque no todas las tecnologías rusas están disponibles para los países económicamente desarrollados del mundo", comenta el autor.
"El complejo de misiles rusos D-19M Bulavá fue desarrollado después del colapso de la Unión Soviética", añade.
Según Jrolenko, las grandes inversiones y éxitos de Rusia inquietan a Occidente. El portal Business Insider catalogó el Boréi entre los 11 mejores sistemas de armas rusas.
Actualmente, la Armada de Rusia dispone de más de 75 submarinos de diferentes series, que reflejan las características más importantes de la flota nacional submarina: una resistente carcasa de derivados especiales de acero o titanio —un metal casi indestructible y no magnético, lo que complica su detección—, el lanzamiento submarino de misiles, los sistemas hidroacústicos sensibles y una excelente navegabilidad.
"Actualmente, la flota de submarinos rusos determina en gran medida la estrategia de EEUU y la OTAN".
El submarino recibió el nombre del dios mitológico Boréi —Bóreas, en español—, dios del frío viento del Norte que traía el invierno, denominado también el viento de la venganza.
"[El nombre de Boréi] es una señal para un supuesto enemigo", concluye el columnista.

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