26 marzo 2017

Un robot sumergible para buscar a los dos desaparecidos entre los restos de El Fairell

Salvamento Marítimo coordina una operación inédita en la costa catalana para encontrar a los marineros. Si se localizan los cuerpos, se estudiará arrastrar el barco a aguas menos profundas para que desciendan submarinistas

El hundimiento de El Fairell a tres millas náuticas (unos 5 km) del puerto de Barcelona ha activado una operación sin precedentes frente a la costa de la capital catalana. Este miércoles, a las 20.10 horas, ha zarpado el Clara Campoamor, un buque de rescate de 80 metros de eslora de Salvamento Marítimo procedente de Cartagena. El objetivo es llegar hasta el fondo marino sobre el que descansa el pesquero de la Barceloneta. 
El Clara Campoamor atracó en el puerto de Barcelona el martes, a las 22.00 horas, junto al World Trade Center. Varios técnicos han trabajado sin descanso para montar el ROV Comanche en su cubierta, un robot sumergible equipado con tres cámaras y un sónar de búsqueda traído desde A Coruña. Solo resulta posible maniobrar el ROV Comanche desde un buque como el Campoamor, porque cuenta con un sistema de hélices que le permiten fijar su posición sobre el mar, sin necesidad de ningún anclaje y sin verse arrastrado por las corrientes. Casi 24 horas después desde que comenzara la instalación del robot, y con la noche ya cerrada sobre Barcelona, ha zarpado para comenzar la operación de búsqueda. 

LOCALIZACIÓN

El plan diseñado para encontrar a los dos marineros desaparecidos, un senegalés de 37 años y un marroquí de 33 años, consiste en sumergir el ROV Comanche hasta El Fairell, localizado el martes por la tarde a 157 metros de profundidad gracias a la sonda acústica del Lluerna, una nave de la Generalitat. El robot que se empleará este miércoles, de reducidas dimensiones, es capaz de operar a más de 1.000 metros de la superficie.
La película Titanic comienza con las imágenes tomadas por un aparato de características muy similares que unos científicos utilizan para introducirse dentro de la estructura del transatlántico. Algo parecido es lo que Salvamento Marítimo intentará hacer con el ROV Comanche, cuya intención preliminar es confirmar que el buque hallado por el Lluerna es efectivamente El Fairell. Se da casi por hecho, dado que el relieve detectado por la sonda es compatible con el de un navío de 24 metros de eslora y está ubicado bajo la zona del hundimiento, pero solo podrá despejar cualquier duda este sumergible guiado por control remoto desde el Campoamor.

LAS HIPÓTESIS

Tras esta confirmación, las cámaras del ROV Comanche buscarán entre los restos del pesquero los cuerpos de los marineros desaparecidos. Con el paso de los días -ya llevan 72 horas sin aparecer- ha ido ganando enteros la hipótesis de que los dos hombres se hundieron junto a El Fairell. Se han invertido muchos esfuerzos en localizarlos, tanto de medios aéreos como marítimos, desde pocos minutos después del choque del pesquero contra el 'Midvolga 2'.
Tanto los helicópteros como los barcos de Salvamento y de la Cruz Roja, los submarinistas de la Guardia Civil y de los bomberos y los pesqueros del muelle trabajaron además con buena luz y sin mala mar. El día del accidente, el petrolero ruso pudo dar media vuelta y recoger sin mucha dificultad a los dos supervivientes -el patrón y el otro marinero de nacionalidad española-, pero no halló ni rastro de los otros dos pescadores que completaban la tripulación, por lo que todo apunta en la dirección de que se sumergieron con el navío catalán.
Existe otra hipótesis todavía más descorazonadora que la primera y que no se pronuncia en voz alta: que sus cuerpos fueran desmenuzados por las hélices gigantes del mercante que los embistió. Si la primera es la que termina cumpliéndose, y el ROV Comanche localiza entre los restos del pesquero los cadáveres de los dos pescadores, se activará una tercera fase.

EL ARRASTRE

De Cartagena, y a bordo del Campoamor, ha llegado también la campana húmeda. Es una estructura blanca con forma de ascensor que permite descender buzos a mayor profundidad que la que alzancan cuando bajan protegidos únicamente con el traje. Sin embargo, 157 metros siguen siendo demasiados para la campana húmeda. El plan que Salvamento Marítimo estudia en este caso consistiría en que el ROV Comanche, que dispone de pinzas, pasara un cable alrededor del barco para arrastrarlo con la fuerza del Campoamor hasta una zona de aguas menos profundas. Entonces sí podrían descender submarinistas de los GEAS de la Guardia Civil en el interior de la campana húmeda y recuperar, finalmente, los cuerpos de los dos desaparecidos. 
Guillem Sanchez para elPeriodico

No hay comentarios:

Publicar un comentario