La flota submarina de la Armada de Rusia cuenta actualmente con más de seis decenas de embarcaciones. Pero… ¿cómo es la vida de los militares que pasan meses y meses 'aprisionados' dentro de esos buques sumergibles?
Muchos creen que la sensación en el ambiente poco espacioso de un submarino, sumado al aire artificial en su interior, puede causar sensaciones bastantes desagradables. Sin embargo, los propios marineros del submarino Novorossiysk, por ejemplo, afirman que en realidad su trabajo no es tan difícil como muchos piensan.
Los submarinistas afirman que pueden respirar normalmente gracias al sistema de regeneración de aire que absorbe el dióxido de carbono y produce oxígeno. Además, nadie sufre de claustrofobia, así que la vida no es tan difícil, contó Anna Melnikova, periodista del diario ruso Komsomolskaya Pravda, tras visitar el Novorossiysk.
Según Melnikova, para cruzar las escotillas que separan un compartimiento del barco del otro se requiere de un gran esfuerzo físico. No obstante, los submarinistas pueden hacerlo en cuestión de segundos e, incluso, aseguran que pueden llegar a hacerlo con los ojos cerrados.
Cada marinero es responsable de determinadas funciones en cada compartimiento del submarino, pero esto no significa que no sepan cómo funcionan el resto de los dispositivos de las otras secciones.
Además de todos los detalles técnicos, la alimentación es una de las cosas que requiere de mucha atención en los submarinos rusos.
"El estado de ánimo de los marineros depende de lo sabrosa que sea la comida a bordo. Por eso siempre trato de añadir elementos especiales a los platos", explicó Anton Kolesnik, cocinero del Novorossiysk.
Además de los platos estándares, Kolesnik alegra a los marineros con cosas más 'exóticas'. Antes de salir al mar, el cocinero se abastece de especias, ya que en las cocinas de los submarinos suele haber solo pimienta, sal, laurel y vinagre.
"Así que llevo conmigo, por ejemplo, orégano, cilantro, nuez moscada, hierbas francesas y otras cosas, para dar un sabor más original a los platos" compartió Kolesnik, quien tiene más de 10 años de experiencia en su trabajo.
Los submarinos tienen una reserva de alimentos suficiente para todos los días en que estará a servicio, lo que varía entre 50 y 90 días. El agua, por su parte, es inagotable, ya que la embarcación tiene un sistema que convierte el agua del mar en agua potable.
Además de la alimentación, los submarinistas rusos tienen derecho a una dosis diaria de 50 mg de vino tinto seco. Esta bebida supuestamente estimula los procesos en el organismo humano, lo que es muy provechoso para los marineros que tienen problemas con la movilidad.
El marinero aclaró que en su embarcación, como en casi todos los submarinos, trabajan dos tripulaciones completas. Cuando una de ellas se va de vacaciones, la otra trabaja y viceversa. La principal tarea de su buque consiste en patrullar una zona marítima y estar siempre preparado para un posible ataque armado.
Según el oficial, la tripulación del submarino trabaja ininterrumpidamente, dividida en tres turnos de cuatro horas cada uno. Cada grupo desayuna, almuerza y cena por separado, casi sin comunicarse entre sí. La tripulación se reúne para reuniones y eventos generales, como celebraciones o concursos.
Para pasar el tiempo libre en el submarino, se organizan torneos de ajedrez y dominó. También se hacen pequeñas sesiones de cine para la tripulación. Los deportes físicos están prohibidos, ya que el aire artificial del buque, combinado con el esfuerzo físico, pueden causar daños al sistema cardíaco de los marineros.
El entrevistado destacó, además, que no es posible sentir mareos dentro de un submarino. El barco se agita solamente si se encuentra en la superficie del agua. Sin embargo, de acuerdo con la reglamentación, el barco debe flotar una vez al día para llevar a cabo una sesión de comunicación por radio. Si se encuentra debajo del hielo, entonces es necesario buscar un agujero.
"Vivir en un espacio cerrado no es tan difícil como parece. En muchos aspectos porque siempre estás ocupado. Es necesario vigilar los indicadores de los sensores, el mando a distancia, tomar notas. En general, no hay tiempo para distraerse y pensar en la vida", concluyó el marinero.
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